El Santander esquiva el precipicio y se rearma para el ataque a los 2,75 euros
Las acciones del Santander se alejan del soporte crítico de los 2,3 euros y mejoran su aspecto técnico pero el banco necesita atacar con solvencia la resistencia de los 2,5 euros. El peligro no ha desaparecido
Las acciones del Banco de Santander se dispararon este jueves alrededor del 6%, en un inesperado rally desatado por el sorprendente y buen dato de empleo en los Estados Unidos.
Las esperanzas de recuperación tras el azote del coronavirus son más sólidas, lo que desató fuertes compras a ambos lados del Atlántico.
Con este impulso, el banco cántabro se aleja del peligroso soporte de los 2 euros y comienza el mes de julio con expectativas renovadas de recuperación, aun cuando sus títulos retroceden en lo que llevamos de año un 37%.
Ahora, la acción del precio se las tendrá que ver con la “importante resistencia” que se sitúa en el rango de entre los 2,5 y los 2,75 euros, dice Eduardo Faus, analista técnico de Renta 4 Banco.
Esta zona es importante, como así lo reflejó el rechazo que sufrió el precio a principios de junio en los 2,6 euros. Es una zona que constituye los mínimos de 2012 y 2016, un nivel demasiado sensible donde los bajistas podrían esperar con la escopeta cargada.
Atasco
Lo cierto es que el Santander, de forma continúa, “se atasca en la superación de los 2,50 euros”, añade Josep Codina, analista de INVERSIÓN y finanzas.com. Ello le impide validar el patrón de vuelta que confirmaría el final de la corrección.
Si es cierto, como recuerda Sergio Ávila, analista de IG, que tras la última corrección del pasado 9 de junio, ha habido “una consolidación lateral del precio, lo cual suele ser positivo, ya que este tipo de correcciones laterales terminan siendo habitualmente una acumulación para continuar con las subidas”.
El hecho de haber aguantado el soporte generado en los mínimos del 15 de junio “indica que lo más probable es que intente un nuevo tramo de subidas”, recalca Ávila.
El 'pullback', una posibilidad
Por ahora, la acción del precio se ha peleado con los 2,3 euros, pero falta que los supere para al menos mostrar intención en el movimiento alcista.
Tampoco hay que olvidar que los movimientos técnicos en el Santander son muy ortodoxos, casi de libro, por lo que entra dentro de lo probable que si fracasa en la superación de los 2,3 euros, se vea un “pullback” o movimiento de retroceso, dice Darío García, analista de XTB.
Pero si los supera, “el valor iría a buscar los 2,50-2,6 euros, que sería la segunda resistencia”, añade este experto.
La resistencia de los 2,5 euros
Si lograse superar los 2,50 euros de forma consistente, y con intención, es decir situándose varios cierres semanales por encima, “tendría como siguiente objetivo y resistencia el rango de los mínimos de 2016 entre los 2,65-2,75 euros”, apunta Codina.
La superación de este nivel posibilitaría la entrada de nuevo en un escenario lateral que se tendría que ver confirmado con el ataque con éxito de la referencia de los 3 euros.
En este caso, la proyección de Ávila queda unos puntos más abajo. “Podríamos dar por activado un segundo impulso alcista que podría tener recorrido hasta los 2,90 euros”, apunta.
Pero hasta que no la active, “no tendríamos ese escenario encima de la mesa”, recalca el experto de IG. En su opinión, lo más probable es que el rebote siga su curso.
El soporte de los 2 euros
En todo caso, las subidas de este jueves alejan los problemas, pero no definitivamente. Y es que perder los 2 euros supondría para el banco apuntar a los mínimos de 2002, en los 1,5 euros, un precipicio que Codina aún no descarta, al menos hasta que ataque los 3 euros.
Y aún así, todavía queda mucho por recuperar. Para tener sesgo positivo dentro del escenario lateral le faltaría ir más allá hasta situarse de forma consistente y con intención por encima de los 3,60 euros”, recalca Codina.
Un sector bajo presión
El problema es que las probabilidades asignadas a este escenario son bajas, por las presiones que soporta el sector bancario.
Y es que la banca española y la europea están teniendo muchas dificultades para subirse al carro de las ganancias, incluso con este mercado en recuperación.
Sin ir más lejos, el Eurostoxx600 de bancos pierde en el año un 35%, con lo que es peor sector del Viejo Continente, solo superado por viajes y ocio. Y desde los mínimos de marzo, el rebote apenas supera el 13%.
Todo ese explica por la concurrencia de una serie de elementos que han colocado a la banca en el ojo del huracán.
Desde los recortes de dividendos impuestos por el Banco Central Europeo, hasta los bajos niveles esperados en los tipos de interés, que seguirán presionando los márgenes, pasando por el aumento del riesgo crediticio derivado de la pandemia.
Casi todos los catalizadores son negativos, aunque hay un elemento que podría cambiar las cosas cuando arranquen las presentaciones de resultados. Y es el margen de intereses, que podría mostrar importantes mejoras por efecto de las TLTRO III, o subastas de liquidez a bajo coste.
Este efecto podría ser particularmente en algunas entidades, como Santander o HSBC, según opina Jonathan Tyce, analista de Bloomberg Intelligence.