Ignorar al Gobierno y ahorrar para la jubilación, las garantías de un retiro sin penurias
Aunque el Ejecutivo no lo recomiende públicamente por el coste electoral que le puede acarrear, el ahorro privado es clave para no perder poder adquisitivo en la etapa de retiro
Todos lo dicen. La Comisión Europea, el FMI, la OCDE… aseguran que el ahorro privado en España es cada vez más necesario para complementar las futuras pensiones públicas de jubilación, y más cuando todo apunta a que van a bajar para hacer sostenible el sistema. Todos menos el Gobierno, que incide en que las pensiones están “absolutamente garantizadas”, pero lo que no detalla es en qué cuantía ni por cuánto tiempo.
La sostenibilidad del sistema público de pensiones estaba ya en entredicho y la irrupción de la pandemia de coronavirus va a acelerar los plazos de ese deterioro. Informa la revista INVERSIÓN en su número de esta semana. Puede suscribirse desde 3 euros por semana o acudir a su quiosco (4 euros).
Si la pensión publica ahora ronda de media los 1.060 euros mensuales, en un corto espacio de tiempo estará claramente por debajo. Por ello, no queda otra que ir planificando la jubilación al margen de las decisiones políticas y ahorrar para complementar la pensión pública.
Para conseguirlo, lo primero que tiene que hacer el futuro jubilado es definir su proyecto de vida y, a partir de ahí, diseñar un plan financiero que le ayude a cumplirlo. Tiene que analizar qué objetivo quiere conseguir con su ahorro, cuánto le va a costar y cuánto tiempo tiene para lograrlo.
La pensión publica ahora ronda de media los 1.010 euros mensuales
Establecido y cuantificado el objetivo, debe calcular con cuánto capital cuenta para destinarlo al ahorro y a la inversión y qué rentabilidad tienen que aportarle sus inversiones. Esto también ayudará a definir el perfil de riesgo del ahorrador y facilitará la elección del producto de inversión más adecuado para él.
«Debe elegir un método de ahorro teniendo en cuenta el nivel de retornos esperado y el riesgo que es capaz de asumir y hacer aportaciones periódicas adaptadas a su nivel de ingresos», afirma Paula Mercado, directora de Análisis de VDOS Stochastics.
Otros aspectos a considerar son las necesidades de liquidez y los gastos corrientes del inversor, el pago de impuestos, las obligaciones futuras conocidas y el nivel de tesorería que necesita tener para poder ser flexible en sus inversiones, apunta Sergio Ávila, analista de IG.
El siguiente paso es empezar a ahorrar, y cuanto antes mejor porque permite diluir el esfuerzo ahorrador, aumentar la rentabilidad al poder asumir mayor riesgo gracias al largo plazo y aprovechar el efecto del interés compuesto.
Construir una cartera
Establecida la cantidad a invertir, hay que elegir el producto de inversión más adecuado. Elección que dependerá de la edad del ahorrador. Los más jóvenes deben apostar por activos de renta variable que opten a mayores retornos. Mientras que los inversores que estén en la recta final de su etapa activa deben decantarse por activos de menor riesgo como la renta fija.
Pueden optar por productos diseñados para el ahorro finalista, como planes de pensiones, planes de previsión asegurado (PPA), planes individuales de ahorro sistemáticos (PIAS) o seguros individuales a largo plazo (SIALP), o por acciones, fondos de inversión o ETF, señala Sergio Ávila, analista de IG.
En cualquier caso, deberían formar parte de una cartera diversificada que también incluya renta fija», apunta Paula Mercado.
Todas estas medidas ayudarán a los futuros pensionistas a mantener su poder adquisitivo durante su jubilación, a vivir su ‘retiro soñado’ y a evitar la incertidumbre que les pueda ocasionar la bajada de las pensiones que se vislumbra a medio plazo.
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