Aumentar dos años la edad efectiva de jubilación contribuiría a sostener el sistema de pensiones
La AIReF también recomienda incrementar de 25 a 35 años el periodo para calcular las pensiones
La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) ha actualizado su análisis sobre previsiones demográficas y de gasto en pensiones a largo plazo y su presidenta, Cristina Herrero, ha presentado en el Congreso de los Diputados una serie de propuestas para garantizar la sostenibilidad, suficiencia y equidad del sistema público de pensiones.
Entre estas recomendaciones destaca elevar 2 años la edad efectiva de jubilación, sin alterar la edad legal. Ahora la edad efectiva de retiro ronda los 64 años, mientras que la edad legal para este año está en los 65 años y 10 meses.
Otra de sus propuestas ha sido aumentar de 25 a 35 años el periodo para calcular la pensión, lo que supondría una contención del gasto adicional de 1,4 puntos del PIB.
En la actualidad se contabilizan los últimos 23 años para calcular la cuantía de la pensión, aunque este periodo irá creciendo progresivamente hasta 2022. En 2021 se computarán los últimos 24 años cotizados y en 2022, los últimos 25.
Desviar el déficit
A corto plazo, el informe aconseja cerrar el déficit estructural de la Seguridad Social trasladándolo a aquellas partes de la Administración con herramientas suficientes para reducirlo, “sin obviar la necesidad de abordar el déficit estructural de las administraciones públicas que quedaría inalterado".
Estima, en su escenario central, que el gasto en pensiones se situará en el 14,2% del PIB en 2050, lo que supone un incremento de 3,3 puntos desde los niveles actuales.
En su análisis sobre la sostenibilidad del sistema de Seguridad Social presentado el enero de 2019, la AIReF estimó que esta partida aumentaría hasta el 13,2% en 2048, lo que en la práctica implica un aumento de su anterior previsión.
Este incremento del gasto se explica por los factores demográficos como resultado del proceso de envejecimiento de la población, que se compensa solo parcialmente por la evolución prevista del mercado de trabajo y de los factores institucionales.
Más dependientes, más fecundos y más viejos
Según el escenario central presentado por Cristina Herrero, la población en España aumentará hasta los 54 millones de habitantes en 2050, mientras que la población en edad de trabajar se mantendrá por encima de los 30 millones de personas durante todo el horizonte de previsión.
Como consecuencia, la tasa de dependencia -entendida como población de más de 66 años dividida entre la población de entre 16 y 66 años- alcanzará el 53% en 2050.
En cuanto a la fecundidad, la AIReF prevé una convergencia de 1,4 hijos por mujer en 2050, lo que supone una recuperación desde los niveles históricamente bajos que se han registrado en los últimos años.
Por último, augura mejoras continuadas en la esperanza de vida, aunque a menor ritmo que en décadas pasadas, lo que situaría la esperanza de vida al nacer en 86,8 años en 2050.
Según Cristina Herrero, “el impacto del Covid-19 se ha incorporado en las previsiones a corto plazo de la esperanza de vida y de las migraciones, suponiendo caídas significativas pero temporales”.
La fuerza de un acuerdo
La AIReF considera que un acuerdo entre los integrantes del Pacto de Toledo -que ahora debate las recomendaciones que integrarán la nueva reforma de las pensiones- sería un buen principio, aunque su efectividad para garantizar la sostenibilidad del sistema de Seguridad Social “dependerá de la concreción de las recomendaciones en la normativa”.
El informe también advierte que la elevada incertidumbre hace “aconsejable” empezar a estudiar y debatir otras opciones que garanticen la sostenibilidad, suficiencia y equidad del sistema si se materializasen escenarios más adversos.