Abengoa fracasa con su rescate
Los acreedores no conceden más prórrogas para que la compañía cierre el rescate y Abengoa anuncia que el acuerdo de reestructuración fracasa
Abengoa ha comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que no puede ejecutar el plan de reestructuración anunciado el 6 de agosto puesto que los acreedores se niegan a ofrecer más prórrogas para que la sevillana cierre el rescate.
En la practica, supone la quiebra de la compañía si no logra una fórmula nueva pues, según reza el hecho relevante remitido a la CNMV, "No habiéndose obtenido un nuevo consentimiento para la extensión del plazo, el acuerdo de reestructuración ha quedado automáticamente resuelto de modo que la operación de financiación en su día anunciada no puede ser ya ejecutada".
La sociedad señala la "resolución automática" que "dejen de estar en vigor tanto los consentimientos relacionados con el aplazamiento y renuncia de pago de determinados intereses como los waiver y restricciones establecidos en el citado acuerdo respecto de los vigentes instrumentos financieros y de deuda de la Sociedad y su grupo".
Por ello, el consejo de administración elebrará "de forma inmediata" una sesión en la que, en cumplimiento de sus deberes fiduciarios, "tomará las decisiones que le correspondan para proteger los intereses de Abengoa y de su grupo de sociedades, teniendo presentes así mismo a todos sus grupos de interés".
Abengoa señala a la Junta de Andalucía como culpable
En la información relevante remitiada al supervisor, la multinacional señala que anuncia el fracaso de la conocida como 'Operación Vellocino', tras no haber logrado la aportación de 20 millones de euros que, según ha sostenido siempre la compañía, fueron comprometidos por la Junta de Andalucía.
La sociedad declara que trabajó "en todo momento y en paralelo", en la búsqueda de posibles alternativas ante "la no aportación de 20 millones de euros por la Junta de Andalucía". Al no producirse la inyección de liquidez de dicho montante, no pudo obtener, según se desprende del comunicado, "un nuevo consentimiento para la extensión del plazo".
Los consejos de administración del grupo desde la presentación del rescate el 6 de agosto, tanto el de Gonzalo Urquijo como el de Juan Pablo López-Bravo, calificaron esos 20 millones de euros como "imprescindibles" para poder dar viabilidad a la compañía.
Dependiendo de Andalucía desde el 25 de septiembre
Abengoa expone que el 25 de septiembre informó a la CNMV de la obtención "de las mayorías y consentimientos necesarios para aprobar la operación", a falta de la "única condición suspensiva pendiente de cumplimiento, esto era el compromiso de apoyo financiero de 20 millones de euros por parte de la Junta de Andalucía".
Desde ese día y hasta el 19 de febrero, última fecha oficial de prórroga de las negociaciones, la multinacional fue extendiendo el plazo de cierre de la operación "al haberse obtenido en cada posible vencimiento los consentimientos necesarios al efecto".
Pero esa fue la última vez que los acreedores mantuvieron el apoyo a 'Vellocino' y por ello la compañía se ve obligada a cancelar el plan, el cual queda "automáticamente resuelto" y sin ser ejecutado.
3.300 millones en juego
Recientemente la compañía fijó el valor total del rescate entre los 3.000 y los 3.300 millones de euros, pese a que hasta ese momento, y dado el volumen de deuda del grupo, se estimaba que el volumen para la salvación del grupo rondaba los 1.500 millones de euros.
El grueso del plan contemplaba quitas de deuda a acreedores y proveedores de hasta el 51%. Gracias a estas quitas los participantes en el rescate tomarían una posición de control en Abenewco 1, la receptora del rescate donde se aglutinó los negocios y activos valiosos del grupo.
Así, y por su peso de deuda dentro del grupo, el Banco Santander y el fondo de capital riesgo KKR se quedaban como máximos accionistas del grupo dejando también peso a otros fondos como BlueMontain, al resto de la banca del IBEX 35 menos el Sabadell y otras entidades de fuera de España como Crédit Agricole.
La operación se cerraría con la inyección de hasta 530 millones de euros a través de 230 millones del ICO y 300 millones en avales de Cesce. La ayuda pública total, según lo precisado desde el 19 de mayo cuando informaron de su situación de insolvencia era de 550 millones de euros. La diferencia de 20 millones de euros era la solicitada al Gobierno regional.
El papel de los minoritarios
Hace dos semanas, tras presentar el estado financiero del grupo ante la CNMV, pero sin auditar, la empresa también remitió una documentación al organismo en la que señalaba a los accionistas minoritarios como los grandes culpables de que la compañía aún no se hubiese salvado.
Estos inversores, agrupados bajo la sindicatura de Abengoashares, pretenden hacerse con el control del grupo en la próxima junta de accionistas del 4 de marzo. Hasta la fecha, ya tumbaron al consejo de administración de Gonzalo Urquijo y nombraron al actual, pero consideran que el presidente, Juan López-Bravo, y la consejera, Margarida de la Riva Smith, les traicionaron al no nombrar presidente a su candidato, Clemente Fernández.
El objetivo de los minoritarios es tomar una posición de control en Abenewco 1 y es que según el rescate Abengoa tendría una participación del 2,7% en la nueva sociedad si logra solventar su pasivo de 153 millones de euros, algo que no ha sucedido.
Además, proponen reformular 'Vellocino' con una ampliación de capital para los accionistas de 20 millones de euros con la que desalojar a la banca, el Santander principalmente, como accionistas.
Por otro lado, darían entrada también al capital social a un fondo de inversión que se a su vez fuese un socio con el que acudir a las adjudicaciones de contratos para que aporte el capital necesario con el que la ingeniera ejecute los contratos.